¿Comemos correctamente?

 

 

En los últimos años, son muchas las teorías alimenticias que han surgido para afrontar y combatir nuestros problemas físicos, como el sobrepeso, la hipertensión y la retención de líquidos entre otros. Ahora que ha llegado el verano, el interés por la pérdida de peso ha vuelto a acentuarse, lo que nos lleva a preguntarnos, ¿comemos correctamente? En Saber Comer arrojaremos un poco de luz sobre este asunto.

 

¿Necesitamos tres comidas?

 

Normalmente, cuando hablamos de comer, pensamos en las tres comidas principales del día, es decir, el desayuno, la comida y la cena. De igual modo, podemos pensar, de vez en cuando, en las sesiones adicionales, como el aperitivo y la merienda. Sin embargo, cabe preguntarnos si ese número se ajusta realmente a nuestras necesidades o si, por el contrario, dejamos demasiado espacio entre unas y otras.

 

¡Que no pare la rueda! 

 

Los últimos estudios indican que la respuesta es ‘no’. A diferencia de lo que se suele pensar, establecer tanto espacio entre comidas aumenta el nivel de grasa producida por el cuerpo. En realidad, poner el sistema digestivo en funcionamiento más a menudo acelera el metabolismo y, por tanto, aumenta la termogénesis, es decir, el proceso que permite al organismo quemar calorías. 

Además, comer con frecuencia evita que se produzcan grandes altibajos en los niveles de azúcar en la sangre, por lo que los beneficios de esta práctica no sólo están relacionados com el peso, sino también con los índices de insulina y colesterol.

 

Atiende a tu reloj

 

Además de quemar más gasas, que nuestro sistema digestivo funcione con más frecuencia también ayuda a fortalecer el ritmo circadiano, responsable de la regulación de nuestras actividades diurnas y nocturnas. 

Pero, ¡cuidado! Esto no significa que haya que comer a cualquier hora del día. En realidad, lo ideal es repartir un máximo de cinco o seis comidas alrededor de unas 14 horas.

 

Todo cuenta

 

Además de cuidar nuestro horario, también es importante mantener una dieta equilibrada y baja en grasas, ya que, comer de forma más seguida, no significa que debamos echar mano de alimentos y platos pesados. La clave se encuentra en saber aplicar un tipo de alimento en su momento correspondiente. Al fin y al cabo, no es lo mismo desayunar un guiso o una manzana que tomarlos de aperitivo, comerlos, merendarlos o cenarlos. 

 

 

¿Comemos correctamente? En Saber Comer creemos que, aunque nos distribuyamos nuestra alimentación a lo largo del día, podemos hacerlo un poco mejor. Si lo que buscas es mantener la grasa a raya, no hace falta que pases hambre. Esperamos que esta entrada te haya animado a incluir más momentos en tu día para alimentarte y dejar que tu cuerpo trabaje. 

¡Que aproveche!

 

 

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