El desperdicio de alimentos es un mal que todos deberíamos evitar. Es cierto que, a veces, tiramos productos por su mal aspecto. Pero otras, es innecesario. En este post de Saber Comer, queremos enseñarte cómo actuar cuando el moho invade tu comida. Toma buena nota.
Lo que puedes salvar
En algunos alimentos como el jamón, la cecina o el salchichón, puedes raspar o seccionar las zonas afectadas y comer el resto.
Lo mismo sucede con los denominados quesos duros. Hablamos del gouda, el emmental o el manchego.
Tampoco habrá problema con ciertos vegetales como la zanahoria, el pimiento o el repollo.
Eso sí, asegúrate de dejar un margen generoso cuando cortes las partes enmohecidas.
Todo esto a la basura
Tienes que prestar especial atención a los quesos blandos, las mantequillas, los yogures, lacteos en general, los productos preparados y los vegetales blandos.
En estos casos, no basta con quitar las zonas afectadas. Porque el proceso de contaminación puede escapar a nuestra vista. Es preferible que lo tires directamente a la basura.
Algunos consejos
La OCU ha elaborado una serie de medidas a tener en cuenta a la hora de tirar la comida con moho. Consejos que pasan por envolver los productos dañados en un papel antes de introducirlos en el cubo de basura. Así evitarás que se expandan las esporas cada vez que levantes la tapa.
Si los alimentos afectados estaban cerca de otros, revísalos con atención. Es posible que también tengan algo de moho.
Cuidado, también, con oler estos productos para comprobar su estado de salubridad. La inhalación de hongos puede ser peligrosa.
Ahora que ya sabes cómo actuar cuando el moho invade tu comida, solo nos queda desearte mucha suerte. Siempre sienta mal comprobar que se ha estropeado ese delicioso plato que dejaste para el día siguiente.
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