La importancia de la merienda

La mayoría de nutricionistas recomiendan realizar cinco comidas al día. El objetivo no es otro que repartir la ingesta de calorías a lo largo del día para evitar el picoteo entre horas o los atracones nocturnos. De esta manera, llevaremos una dieta equilibrada y evitaremos la ansiedad. Además, será mucho más sencillo mantener nuestro peso ideal. Por todo ello, es fundamental concienciarnos de la importancia de la merienda.

Pero, ¿realmente llevamos a cabo estas cinco comidas diariamente?. La realidad es que la mayoría de las personas no. Y una de las principales comidas de la que nos solemos olvidar es de la merienda.

Normalmente, el motivo que nos lleva a ello es que estamos ocupados en el trabajo o con cualquier otra actividad. Esto provoca que cuando lleguemos a casa el hambre se multiplique y devoremos todo aquello que divisamos en la nevera.

 

Alimentos apropiados para la merienda

 

El bocadillo siempre ha sido el rey de las meriendas. Pero para que este sea saludable, debemos evitar ingredientes como el embutido y, en tal caso, apostar por el pavo o el jamón de york.

Existen muchas combinaciones nutritivas y sanas para reinventar el mundo de los bocatas. Algunas de las propuestas más originales que hemos podido encontrar son los bocadillos a base de salteado de verduras, de alcachofas confitadas, de mejillones en escabeche…

Otra de las opciones más indicadas es utilizar alimentos clave como el aguacate, el tomate, el atún o la pechuga de pollo, y acompañarlos de lechuga.

Las tortitas de maíz o arroz, siempre que estén libres de aditivos, son una opción rápida y saludable para la merienda.

Asimismo, la fruta también es una buena opción por sus múltiples propiedades. Solo debemos controlar no ingerir varios tipos distintos en la merienda, ya que pueden acabar convirtiéndose en grasa por la alta concentración de azúcar.

Una de las meriendas más sanas y equilibradas es aquella compuesta por un yogur natural sin azúcar acompañado por unas piezas de frutos secos.

El chocolate es otro clásico de las meriendas, sobre todo durante la infancia. Pero todos sabemos que su alto contenido en azúcar hace que no sea el alimento más recomendable. Solo debemos consumirlo si contiene más de un 82% de cacao y de manera moderada.

Como ves, hay numerosas razones para valorar la importancia de la merienda y también tienes a tu disposición múltiples opciones para que esta comida sea saludable a la vez que apetecible.

 

 

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