La verdad sobre los productos sin azúcares añadidos

 

No es ninguna sorpresa que el mundo de los alimentos está lleno de poderosas tentaciones y de opciones que, aunque no nos gusten demasiado, son necesarias para cuidar de nuestra salud. Ya sabemos lo que hay en ese segundo grupo, pero, ¿qué pasa con el primero? ¿Es buena idea echar mano de versiones sin azúcar ni grasas? ¿Qué es lo que albergan esos productos realmente? Desde Saber Comer te explicaremos la verdad sobre los productos sin azúcares añadidos.

 

¿Qué son los azúcares añadidos?

 

Como su propio nombre indica, son aquellos azúcares que no forman parte del alimento en sí, como el que podemos encontrar en una tableta de chocolate, la bollería industrial o los yogures no naturales. En cambio, algunos ejemplos de azúcares naturales los podemos encontrar en la fruta, los productos lácteos menos procesados y las verduras.

 

¿Cuál es la mejor cantidad de azúcar?

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar el 10% de las calorías de nuestra dieta diaria con azúcares añadidos (de una dieta normal de 2000 calorías, solo 50 gramos deberían de ser azúcar). Y como intento de conseguir reducir ese consumo de azúcares añadidos, es frecuente echar mano de esos productos denominados ‘productos 0%’, a fin de intentar mantener el sabor de siempre, pero sin la carga de esos azúcares, lo que, quizá, no sea tan buena idea.

 

¿Qué hay detrás de ese 0%?

 

A menudo, se suele vender este tipo de productos porque prometen un sabor equiparable al del producto original. Y es que, para poder conseguir ese resultado, se suele emplear edulcorantes y saborizantes. De hecho, suelen alcanzar unos niveles de azúcar hasta 600 veces superiores, pero el verdadero problema es que nuestro cuerpo no es capaz de diferenciar un azúcar de otro, sino que sólo registra la ingesta de dulce. Como reacción, segrega insulina para recoger esos azúcares y, cuando tomamos esos alimentos con edulcorantes, el cuerpo segrega la misma cantidad de insulina pero sin nada que recoger, por lo que provoca un aumento del apetito debido a la bajada de glucosa y un estrés del páncreas, el órgano responsable de producir la insulina, en este caso en cantidades innecesarias.

En otras palabras, se desata el caos dentro del cuerpo, así que no podemos decir que sea demasiado recomendable consumirlos. Y, si decides hacerlo, procura hacerlo sólo de vez en cuando.

 

 

¿Conocías estos efectos? Desde Saber Comer esperamos que, con estos datos, observes con más detenimiento las etiquetas de los productos y, sobre todo, esperamos que, a partir de ahora, tengas más presente la verdad sobre los productos sin azúcares añadidos.

¡Por unos azúcares sanos!

 

 

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