Durante el verano es frecuente encontrarnos con temas de conversación comunes. El calor, el agua, los viajes, etc, son de los más frecuentes, pero hay uno que no debemos pasar por alto, ya que repercute en nuestra salud: la piel. En Saber Comer te traemos unos consejos dietéticos para que puedas cuidar de ella como se merece, porque, aunque no lo parezca, somos lo que comemos.

¿Quién no ha oído alguna vez ese dicho? Pues es más cierto de lo que cabe pensar. Al fin y al cabo, nuestra alimentación se refleja tanto dentro como fuera de nuestro cuerpo.

Según la Asociación Española de Dermatología y Venerología (AEDV), hoy en día, existen estudios en los que se relaciona un consumo mayor o menor de ciertos alimentos con parámetros de la piel, como la hidratación o, incluso, la presencia de arrugas; aunque una alimentación equilibrada y saludable, adaptada al individuo es, en sí misma, suficiente para aportar todos los nutrientes, como ya comentamos en un post anterior.

 

Deja que las enfermedades tomen un desvío

 

Nuestra alimentación puede cambiar el curso de algunas enfermedades cutáneas, como la psoriasis, la dermatitis y el acné, mucho más habitual e inofensivo, aunque sea el enemigo natural de los adolescentes.

 

La estrella de todas las dietas

 

Para aplacar estos problemas, el jefe de sección de Dermatología pediátrica del Hospital de La Paz (Madrid) recomienda, además de una buena alimentación, tener una buena hidratación, ya que el líquido ayuda a disolver las grasas y a mantener la piel en buen estado. Por supuesto, no se puede recomendar otra dieta mejor que la mediterránea, la más completa y saludable hasta la fecha.

 

¡Cuidado con el sol!

 

Tanto en invierno como en verano, nuestra piel sufre con las temperaturas extremas, llegando a secarse, especialmente en verano. La exposición a la radiación solar afecta a nuestras defensas en la barrera cutánea y, por tanto, nos hacemos más vulnerables al desarrollo de enfermedades como el cáncer de piel, por lo que tenemos que hidratarnos más en esta época.

 

¿Qué hay en el menú?

 

Existen muchos alimentos que pueden ayudarnos a reparar los daños del verano, como las zanahorias. En el caso del acné, es recomendable llevar una dieta baja en hidratos de carbono de absorción rápida y moderada en lácteos (suelen tener una alta cantidad de grasa). Los azúcares refinados tampoco son recomendables.

La clave es hacer una inmersión gastronómica en verduras y, especialmente, en fruta, sin olvidarnos de los cereales, el pescado azul y las legumbres, todo ello no sólo beneficioso para nuestra piel, sino para nuestra salud en general.

 

 

Desde Saber Comer, esperamos haberte ayudado a decidir tomar una dieta saludable y perfecta para este verano. No debemos olvidar que nuestra alimentación repercute en todo nuestro cuerpo, así que todo apunta a que somos lo que comemos.

 

 

En Saber Comer | Lo que debes saber sobre alimentos light

 

 

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