Cómo distinguir cerezas, guindas y picotas

No siempre están disponibles en nuestro mercado de confianza. Suelen ser de temporada y a veces cuesta diferenciarlas. Pero todas son igual de deliciosas. En este post de Saber Comer queremos enseñarte cómo distinguir cerezas, guindas y picotas. ¿Te apetece acompañarnos?

 

El tamaño sí que importa

 

Una de las principales diferencias entre la picota y la cereza es su tamaño. La primera suele ser más grande, también más oscura y ligeramente ácida. Además, suele venderse sin rabito, porque se desprende durante la propia recolección. La cereza, en cambio, suele ser más dulce y se comercializa con tallo.

 

¿Y la guinda?

 

Se trata de una variedad que procede del guindo, un árbol más rústico que el cerezo común. Su sabor es todavía más ácido, por lo que suele ser habitual que se venda escarchada. De hecho, es un recurso muy utilizado en repostería. Para decorar tartas y pasteles.

 

Un consumo responsable

 

La ración diaria recomendada de cerezas suele estar en torno a las 20 unidades. Esto debes tenerlo en cuenta a la hora de llenar tu cesta de la compra. Además, no debes lavarlas todas de golpe, sino aquellas que vayas a comer en el momento. Solo así conseguirás conservar sus propiedades.

 

Una fruta de temporada

 

La recolección de cerezas en España suele extenderse entre los meses de abril y agosto. Aunque existen algunas diferencias según la zona de cultivo. Desde los 100 días del territorio aragonés a los 130 del Valle del Jerte.

El clima juega también un papel muy importante. Para que la temporada sea buena, hace falta que haga frío en invierno y temperaturas moderadas en primavera. Las típicas heladas a destiempo pueden tirar por tierra toda la cosecha.

 

 

Ahora que ya sabes cómo distinguir cerezas, guindas y picotas, solo te queda disfrutarlas. Date prisa, que el verano se pasa volando.

 

 

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