Empieza a comer magenta

 

 

No es nuevo que el color de los alimentos indica el tipo de propiedades de los que disponen y de las cuales nos podemos beneficiar. Todos tienen su aquel, aunque, últimamente, los alimentos de colores rojos y morados se han convertido en la opción favorita a la hora de hablar de este tema. Pero hay otro color del que también conviene hablar. Por eso, en Saber Comer te recomendamos que leas atentamente y, sobre todo, empieza a comer magenta.

¿Cómo es?

 

Si no estás familiarizado con este color, has de saber que el magenta es similar al carmín o al frambuesa intenso. Es un tono dinámico y vibrante. Pero no solo es atractivo, además, los alimentos que poseen estos colores cuentan con una gran cantidad de propiedades y beneficios naturales que actúan como poderosos defensores de la salud y que, de comerlos, nuestro cuerpo nos lo agradecería con creces.

Hablemos de fitonutrientes

 

Cuando hablamos de fitonutrientes, hablamos de compuestos naturales que aportan color, además de sabor y olor, a alimentos de origen vegetal como hortalizas, frutas y legumbres. Y es que, aquellos que tienen tonalidades rojizas contienen licopeno, que actúa como antioxidante, previniendo el daño oxidativo de las células y contribuyendo al buen funcionamiento del organismo. En ellos también se encuentran las antocianinas, un tipo de flavonoide vinculado a la regulación de la presión arterial y los niveles de colesterol, ayudando, por tanto, en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

¿Qué puedes comer?

 

Dentro de los alimentos que cuentan con estos preciosos pigmentos, la remolacha es una gran aliada de nuestro sistema digestivo por su contenido en fibra. La podemos utilizar para preparar numerosos platos, desde sopas frías, hummus o, incluso, postres dulces.

Otra opción son las ciruelas rojas, que se adaptan tanto a platos dulces como salados. Además de contener mucha fibra, posee propiedades nutricionales que cuidan y protegen la salud de nuestro organismo, ya que aporta calcio, potasio, cobre, zinc y vitamina A, C y K. Además, son una fruta refrescante y deliciosa.

Por último, tenemos la llamada cebolla roja. Entre sus beneficios, ayuda a regular el colesterol y previene enfermedades cardiovasculares. Además, contiene propiedades diuréticas. Y otra característica de esta variedad digna de destacar, es que presenta menos agua que las cebollas amarillas y tiene un sabor ligeramente picante, convirtiéndose en una opción perfecta para cualquier plato, especialmente si uno no es admirador de lo que pica excesivamente.

 

 

En Saber Comer creemos que, de entre todos los colores que pueden alegrar nuestros platos, este es uno de los que más beneficios aportan a nuestra salud. Así que, desde ahora, empieza a comer magenta.

¡No te arrepentirás!

 

 

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